XV
Mi dama, mi hermosa dama,
hete aquí a mi lado,
siempre a mi lado.
¿Dónde marchó tu cabello azabache cual noche sin luna?.
El largo camino recorrido traspasando la línea del tiempo,
lo tornó brillante y plateado cual astro nocturno.
Aún así, siempre sedoso cual pétalo de flor temprana.
Mi dama, mi hermosa dama,
hete aquí a mi lado,
siempre a mi lado.
¿Dónde marchó tu lozanía cual febril primavera?
Los años vividos erosionaron tu frescura,
la tornaron serena y calma cual estación otoñal.
Aún así, siempre intacta cual tesoro custodio.
Mi dama, mi hermosa dama,
hete aquí a mi lado,
siempre a mi lado.
¿Dónde marchó tu mirar cual estrella al brillar?
El ciclo cumplido, llegaste tras largo caminar,
tu cuerpo inerte se tornó gélido y glacial.
Aún así, percibo calidez cual amor desprendido.
Mi dama, mi hermosa dama,
hete aquí a mi lado,
siempre a mi lado.
Me robaron mi amor, se lo llevaron.
Vil y cruel hado, cumpliste tu contrato,
Pero no la dejes sola, déjala a mi lado.
Llévale un último beso, déjame hacer.
Mi dama, mi hermosa dama,
he aquí a tu lado,
siempre a tu lado.
Obra registrada. Código: 1111250598847
el poeta se pregunta a donde se fue la juventud pero siempre a su lado como un tesoro de amor , bello saludos poeta
ResponderEliminarEMOTIVA POESIA AMIGA !!!!!!
ResponderEliminarFRAGILIDAD EN LAS PALABRAS PARA EXPRESAR TAN BELLOS SENTIMIENTOS ,GRACIAS !
UN SALUDO DESDE ARGENTINA .
Qué hermoso escribes Sylvia. Qué placer es leerte.
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