martes, 10 de enero de 2012

Desvarío (Humor)

Querida yo:

Esta inútil carta (o no) es para mí, es decir, para ti que eres mi yo del pasado. ¿Que por qué la escribo?, pues por si me topo con Marthy Mcfly y su máquina del tiempo ¿no te fastidia?, aunque es mejor decir que es porque estoy como una auténtica cabra. Lo dicen todos, hasta tengo papeles que lo confirman. También considero este inciso como inútil, porque, si tu eres yo, sabes como soy, es decir como eres o para ser más concretos, cómo somos. Pero, por si acaso no me han encerrado y tirado la llave, estaré atenta al 21 de octubre de 2015, pues  por eso te escribo o me escribo o nos escribimos porque mi yo del presente escribe a mi yo del pasado que eres tú, pero claro, yo para ti no soy el yo del presente aunque para mí sí lo soy, soy tu yo del futuro. Creo que eso ya ha quedado claro. ¿No?

Bueno, pues voy al grano porque sé que esta carta no te ha llegado nunca pues de ser así, mi patética vida de mierda hubiese cambiado un poco bastante, eso o como ya nos conocemos, has optado por hacer lo que te viene en gana y pasar de los consejos ajenos, pero insisto, yo no soy ajeno, yo soy yo, es decir... que tú eres yo o yo soy tú.

En primer lugar el colegio, (no voy a decir que estudies porque es más que obvio que no lo vas a hacer, pedazo de vaga) sólo advertirte que en tercer curso, Juan Gutiérrez te levantará la falda cuando estés representando "La Hormiga y la Cigarra". (Por cierto, no te hagas ilusiones no serás protagonista, te tocará hacer de hoja) Toda la clase se reirá de ti, ¿Mi consejo?, evita ese día las bragas de Epi.
En sexto grado, no se te ocurra presentarte voluntaria para guardar los equipos de gimnasia, es una trampa, estarás pringada todo el año. También aconsejarte que, Ramón García, confesará sus sentimientos. No te rías de él ni te burles, porque después de unos años el tío se va a poner tela de cañón y serás tú quien querrá buscarlo y él sea quien pase de ti, pringada.
Cuando acabes octavo, recuerda que el curso, pedazo de vaga, para ti acaba en septiembre, así que, si quieres darle tu sincera opinión al jefe de estudios sobre lo que piensas de él, espera a septiembre, a ver si pensamos pedazo de idiota.

En segundo lugar, el instituto. Ahí quiero hacer un inciso, no con los estudios que ya se refleja en mi vida. Cuando te des el lote con Fran Hernández en la sala de audiovisuales, asegúrate que la cámara está apagada y si no te importa (que no te importará) al menos asegúrate de sonaros la nariz, porque la pelotilla que iba de mejilla a mejilla (no sé de quién sería) pero fue lo más comentado durante los siguientes dos años.

En tercer lugar, el trabajo. Ahí no sé qué decirte, porque lo hiciste bien so joía, aunque deberías aprender a decir que no de vez en cuando, que te toman de pringada y al final no te servirá de nada. Eso sí, cuando quieras lucirte con el jefe y los compañeros, invitándolos a comer a casa, asegúrate de guardar todos los objetos decorativos que tomaste "prestado" de la empresa. Te puedo asegurar que el jarrón Ming (que por cierto, es de imitación barata del bazar de la esquina) del despacho del director, no se camufla tan fácilmente, piensa algo más que unas pegatinas de Bob Esponja. Es que no pensamos, jamía.

¿Los ligues?. Uffffff, ahí mejor me reservo la sorpresa. Eso sí, si quieres pistas, te diré los que ni siquiera merecieron la pena, empecemos: con la A: Álvaro, Adrián, Alejandro, A...
(Bueno, que me aburro, mejor que sea una sorpresa, será mi venganza por vaga y poco estudiosa, así que te jodes).

Creo que ésto es más que suficiente, porque insisto, si mi vida sigue siendo así de mierda y patética es porque esta carta no la leíste o ni te llegó o simplemente pasaste de mí, que en realidad estás pasando de ti, que te recuerdo que yo soy tú, así que las últimas líneas son para mi yo del futuro.

Querida yo del futuro:

Sé que tienes una vida de mierda, pero antes de escribirme una carta para echarme la bronca, quiero dejarte claro que la culpa es de nuestra yo del pasado. Ojo yo no, que soy tu yo del pasado, lo sé. Me refiero a mi yo del pasado, que en tu caso quién sería ¿tu yo-yo?. Bueno, pues la bronca se la echas a la yo-yo, que intentar, yo lo intenté.

Bueno, yo del pasado y yo del futuro, ya no puedo seguir escribiendo porque hace más de una hora que tenía que haberme tomado la medicación y los temblores y tics ya son demasiados pronunciados como para continuar. Así que me despido de vosotras o de nosotras o de mí misma, creo que da igual por que todas somos yo o nosotras, como queráis.

Atentamente, vuestra yo actual. Que para la yo del pasado seré la yo del futuro y para la yo del futuro seré la segunda yo del pasado.

Un abrazo, pedazo de piradas.

P.D. Para la yo del pasado: 14-19-28-30-37-39. Reintegro: 4.

P.D. Para la yo del futuro: ¿Alguna sugerencia para el 22 de Diciembre?


Obra registrada. Código: 1201100888102