XXXIV
Cuando es el poeta quien llora,
Cuando la salina quema su piel,
Cuando la tristeza le domina.
¿Quién sus lágrimas secará?
Cuando muda quede su garganta,
Cuando se seque la tinta de su pluma,
Cuando no le quede más papel,
¿Quién un verso por él escribirá ?
Cuando no encuentre la luna,
Cuando se marche la inspiración,
Cuando su don preciado se pudra,
¿Quién en busca de musas irá?
Cuando el tiempo pase impasible,
Cuando los eones caven su final,
Cuando siquiera su recuerdo quede,
¿Quién un poema le dedicará?
Excelente poesía, que llama a la reflexión. Nuestra presencia en esta vida es muy provisional. Yo me pregunto también, si alguno de mis sobrinos querrá hacerse cargo de mis relatos. Pero eso, podría ser una pesada carga para ellos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.