XXXVIII
Pensé que sería un eslabón más,
una pieza que completaba el puzzle,
el complemento que formaba un todo,
alguien que podrían necesitar.
Nunca fue como creí, pues soy nada.
Las risas que conmigo compartían,
las lágrimas que buscaban consuelo,
los suspiros que en mí provocaban,
los abrazos que di, sin pedir nada.
Fue todo un espejismo, pues soy nada.
Dancé al ritmo que no correspondía,
adaptándome a corrientes distintas,
aceptando todas sus diferencias,
pensando que algo yo les aportaba.
Nunca fue como creí, pues soy nada.
Me llamaban, creí que me querían,
me sentí incluida, que me aceptaban,
que mi compañía, cerraba el círculo,
que de la baída, era el cuarto pilar.
Hoy todo está aclarado, pues soy nada.
La venda de los ojos se me cayó,
miré por mí misma por vez primera,
solo me rodeaba una quimera,
fue cuando mi corazón se partió.
Mi interior se fragmentó, pues soy nada.
Marcharé en silencio y sin decir nada,
pues dudo que denoten mi partida,
Sé que ellas nunca me necesitaron,
aunque sin ellas, me siento vacía.
Pero no importa nada, pues soy nada.
Los recuerdos desaparecerán,
al igual que hace la espuma marina.
Como un momento hermoso, pero efímero,
para mí fue un todo, es lo que me quedo.
Me olvidarán muy pronto, pues soy nada.
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